La fase pericial en el juicio del 11-M comenzó este miércoles, y puso también de manifiesto numerosas contradicciones, pero también negligencias o fallos cometidos por los peritos policiales. Así quedó de manifiesto en la declaración de uno de ellos que ya había declarado anteriormente junto a Cabanillas. Esta funcionaria policial reconoció en sede judicial que habían cometido un error sobre el ADN de alguno de los implicados en la masacre, del cual no se habían percatado hasta ese momento. "¿Ustedes pusieron de manifiesto ese error?", preguntó una de las abogadas. "Pues no, porque nos hemos dado cuenta de ello ahora", contestó. También incurrió en una contradicción sobre el permiso de conducir de Jamal Ahmidan, "El Chino". |
(Libertad Digital) La funcionaria policial con número 84.114 compareció por segunda vez en la tarde de este jueves ante el tribunal del 11-M. Lo había hecho ya, minutos antes, junto con el comisario jefe José Cabanillas. En esta segunda ocasión era para dar cuenta del informe elaborado por ella, y por el funcionario con número 82.663, sobre la documentación encontrada en Leganés en agosto de 2005.
Al igual que ocurrió con el anterior informe, texto recopilatorio de las investigaciones policiales, en éste también se encuentran cuestiones sin resolver. La documentación que analizan, en este caso, es la que se encontró entre los escombros del piso de Leganés. En concreto los documentos tanto en formato papel como en soporte informático. Contó que la mayoría de los papeles recogidos estaban escritos en árabe por lo que su traducción fue costosa.
Reconoció que a pesar de que algunos de los documentos encontrados eran borradores de los posteriores comunicados que se emitieron, "no se ha conseguido determinar la autoría de los mismos". También dijo que se localizó el borrador del fax que se envió a ABC presuntamente por El Tunecino, pero dijo que la letra de dicho borrador no coincide con la de éste.
José Luis Abascal le preguntó si sabía dónde se recogieron las balas del supuesto tiroteo que tuvo lugar en Leganés minutos antes de la explosión. La testigo contestó que no se lo puede decir "porque yo no estuve allí". "¿Comprobaron que las balas halladas fueron disparadas por las armas halladas en Leganés?" "Eso no lo tenemos que comprobar nosotros", fue su escueta contestación.
El letrado Andreas Chalaris preguntó si habían llegado hasta sus manos unos documentos de ETA que fueron devueltos a un policía que casualmente vivía en el piso de al lado de los supuestos terroristas. La perito señaló que no tuvo acceso a ellos por lo que "en ningún informe se hizo referencia a eso. Nosotros no podemos ni coger ni descartar nada de aquello de lo que no hemos tenido acceso". También dijo que no tienen informes de la Policía Científica que hagan referencia a restos de sangre en el piso de la calle Carmen Martín Gaite.
Una de las contradicciones que quedaron de manifiesto fue lo relativo al permiso de conducir de Jamal Ahmidan encontrado en Leganés. En su intervención anterior, junto a Cabanillas, la perito afirmó al abogado de Youssef Belhadj, Francisco Andujar, que dicho permiso de conducir era auténtico aunque, lógicamente, se encontró en mal estado, "parcialmente destruido". Sin embargo, en su segunda declaración sostuvo que el documento es falso. El letrado puso de manifiesto la contradicción a lo que la perito señaló que pudo deberse a un error suyo, pero que lo cierto es que era falso. "El soporte en sí es auténtico, los datos son falsos".
Pero uno de los episodios más relevantes en la sesión del miércoles fue cuando esta perito reconoció, a preguntas de las defensas, que se había cometido un error en unas muestras de ADN. Pero lo más relevante es que el fallo quedó recogido en el informe y se da cuenta en el juicio. La secuencia es la que sigue:
-Abogada: "Ustedes dicen que de las ropas que se encuentran en las proximidades de la estación de Vicálvaro hay ADN que se mezcla con el de Rifaat Anouar, con el Abdennabi Kounja y con el de Otman el Gnaoui. No obstante, en el siguiente folio sustituyen a Rifaat por Mohamed Oulad Akcha. ¿Cuál de los dos es?"
-Perito: "Se trata de un error. El ADN que figura en las ropas de Vicálvaro se encuentra de cuatro personas: Abdennabi Kounja, Otman el Gnaoui, Rifaat, y me falta uno...Sí. Un momento por favor. Sí, se encuentran, como hemos señalado anteriormente cuatro ADN: Otman el Gnaoui, Rifaat Anouar, Mohamed Oulad Akcha y el de Abndennabi Kounja".
-Abogada: "¿Ustedes pusieron de manifiesto este error?"
-Perito: "Pues no, porque nos hemos dado cuenta de ello" ahora.
-Abogada: No obstante cuando yo se lo he preguntado ha reaccionado muy rápidamente".
-Perito: "Porque letrada tengo ahora mismo el papel delante".
Un ordenador sólo para la yihad
El abogado Andreas Chalaris preguntó al perito como es que un fichero del ordenador de "El Chino" que supuestamente apareció en los escombros de Leganés, aparece en el informe con fecha de creación del 22 de abril de 2004, si el piso saltó por los aires el día 3 de ese mismo mes. "Podría tratarse de la fecha en la cual fueron recuperados los ficheros", respondió el perito, que explicó que los ficheros que analizaron "es un volcado de datos, nos lo facilitaron tal cual, no hay explicación fehaciente de porque haya aparecido la fecha del 22 del abril". En ese momento también intervino la perito para reiterar que puede tratarse de "ficheros borrados" que fueron recuperados por los informáticos de la policía como "búsquedas de Internet" que aparecen con la fecha en la que fueron recuperados.
Otro ordenador, el del piso de la calle Villalobos donde residían El Chino y su mujer, protagonizó el final de la sesión. La perito dijo que tenía "documentos en subdirectorios especialmente relevantes" y explicó con todo detalle el contendido de estos dos documentos llamados "Banderas y provincias" y "La espada que vence", que consistía en manuales de entrenamiento para muyaidines, información de cómo se debe constituir una célula terrorista o del uso de armas como los fusiles de asalto AK-47. En respuesta a una de las acusaciones la perito señaló que también habían localizado un documento con "información importante sobre los teléfonos móviles", pero no había "ninguna referencia a su utilización como iniciadores o detonadores". Curiosamente en el ordenador, según explicaros los peritos, no había tampoco ningún dato ni rastro de direcciones y comunicaciones a través de correo electrónico.
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