lunes, 25 de junio de 2007

11-M: sin rastro de la marca Al Qaeda




A FONDO
 
11-M: sin rastro de la marca Al Qaeda
 
CASIMIRO GARCIA-ABADILLO

Cuando faltan sólo unos días para que concluya el juicio oral por los atentados del 11-M y ya tenemos prácticamente todos los datos sobre la mesa, podríamos hacernos una pregunta: ¿fue la masacre de Madrid obra de Al Qaeda?
Antes de entrar en materia, es necesario hacer una aclaración. Desde el Ministerio del Interior se ha difundido, como manual para tontos, la idea de que Al Qaeda es una especie de franquicia a la que cualquiera puede apuntarle muertos sin que dicha organización o sus satélites hayan tenido nada que ver con la fechoría.

Esa explicación, como veremos, no tiene poco que ver con la realidad. Los expertos policiales saben que el terrorismo internacional no funciona así. El sumario incluye bastante información al respecto. Por ello, la Fiscalía está tan interesada en adjudicar la autoría intelectual a personajes de relieve como Yusef Belhadj, Haski (presuntos líderes del GICM) o 'Mohamed El Egipcio'.

No da igual que no se demuestre la intervención de estos imputados en el atentado del 11-M si se quiere probar que su autoría corresponde a Al Qaeda, como tampoco da igual, para ese propósito, el explosivo que se utilizó.

La investigación policial del 11-M impulsada por la Fiscalía (o viceversa) ha tenido especial interés en fortalecer ese nexo. El atentado de Madrid tenía que ser obra de Al Qaeda porque, de esa forma, se eliminaba definitivamente el fantasma de ETA; y, no menos importante, porque así se le daba una justificación políticamente: se trataría de un castigo al Gobierno de Aznar por haber apoyado la Guerra de Irak. Esa tesis se utiliza como arma de destrucción masiva contra el PP: su Gobierno no sólo apoyó una guerra injusta, sino que, como consecuencia de ello, provocó la mayor matanza terrorista de nuestra Historia. «Las bombas de Irak caen en Madrid», decían algunas pancartas exhibidas en las manifestaciones convocadas el 13-M frente a las sedes del PP.

Pero la masacre de Madrid, por más que se empeñe la Fiscalía, no cumple los parámetros de los atentados con sello de Al Qaeda.

En el informe que remitió Europol a la Policía española meses después de los atentados se afirma: «La célula de Madrid puede ser considerada como una célula local y autónoma, bien establecida social y familiarmente con las condiciones de vida de España». Y, más adelante, añade Europol: «La mayoría de las investigaciones de los estados miembros muestran que no se ha identificado ninguna célula similar a la de los ataques de Madrid».

A pesar de que dicho informe está incorporado al sumario, la Fiscalía lo ha ignorado, como tantas otras cosas que no convenían a sus intereses.

El modus operandi de Al Qaeda en sus atentados terroristas (bien directamente o a través de sus marcas locales) requiere de suicidas. Así ocurrió el 11-S en Estados Unidos, o en los ataques de Bali (12-10-02); Riad (12-04-03); Casablanca (16-05-03); Yakarta (5-8-03), o Estambul (15-11-03 y 20-11-03).

Es un argumento que, a pesar de haber sido repetido, no deja de ser contundente. «En este nuevo terrorismo islámico, estas matanzas masivas se justifican en el terreno teológico, y la acción del terrorista suicida se eleva a la categoría de martirio, la cual, según el islam, conduce directamente a goces celestiales. Algunos líderes, como el número dos de Al Qaeda, Ayman Al Zawahiri, viene exhortando a todos los musulmanes a que 'sigan el ejemplo de los 19 hermanos que atacaron Nueva York y Washington'». Ese párrafo pertenece a un informe de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) de la Policía, también incorporado al sumario.

¿Por qué no se suicidaron 'El Tunecino', 'El Chino' y sus secuaces en los trenes el 11-M? «Porque querían seguir atentando», dicen los exégetas de la teoría oficial. Y se quedan tan contentos. Como si los terroristas de Al Qaeda que han actuado en otros países fueran menos contumaces, más perezosos o tal vez estuvieran más tentados que sus correligionarios de Madrid por alcanzar los goces celestiales.

Pero vayamos a los explosivos. Porque el tipo de explosivo, también para este caso, importa.

Detengámonos en el ya citado informe de la UCI. En él se habla de los Artefactos Explosivos Improvisados (identificados por su siglas en inglés como IED).

Estos explosivos improvisados o caseros se caracterizan por que no se necesitan grandes conocimientos técnicos para fabricarlos y porque sus componentes son de fácil adquisición.

Según el documento de la UCI, el IED más usado se elabora a base de nitrato de amonio. Casi el 90% de dicha sustancia su utiliza en la fabricación de fertilizantes. Los grupos terroristas (incluida ETA) lo emplean para obtener amonal y amosal.

Otro de los IED utilizados por los terroristas es el conocido como TATP (peróxido de triacetona, peróxido de hidrógeno, acetona y ácido sulfúrico) y el HMTD (diamine tiperóxido hexametileno).

Los grupos ligados a Al Qaeda han recurrido al amonal, por ejemplo, en los dos atentados de Estambul. En Bali usaron cloratita.

Richard Reid (conocido como el terrorista del zapato), detenido el 25 de diciembre de 2001 cuando pretendía viajar en el vuelo Paris-Miami, llevaba escondido en su calzado precisamente TATP. Los atentados de Casablanca también se cometieron utilizando TATP, al igual que los de Londres.

Como se ha sabido después, los terroristas de Casablanca habían seguido al pie de la letra las instrucciones de un manual del Centro de Información Islámico Mundial (Global Islamic Media).

Lo sorprendente es que, según revela el informe de la UCI, ese mismo manual se hallaba en la memoria USB, en un fichero HTM, del ordenador encontrado en las ruinas del piso de Leganés.

En ese mismo fichero también estaba la fórmula para fabricar cloratita o amonal.

Es decir, los terroristas del 11-M sabían cómo fabricar explosivo casero. No sólo no necesitaban grandes conocimientos para fabricarlo y sus componentes podían adquirirlos fácilmente; es que, además, les hubiera salido mucho más barato que el explosivo industrial.

¿Por qué se arriesgaron a entrar en contacto con una red de delincuentes, no islamistas, para adquirir Goma 2 ECO? ¿Por qué se gastaron mucho más dinero del necesario para causar el mismo daño? Aun dando por hecho que hubieran comprado Goma 2 ECO a Suárez Trashorras, ¿por qué no la mezclaron con otros componentes más baratos sabiendo que el efecto habría sido el mismo? La respuesta que da el informe de la UCI a estas preguntas es decepcionante: «Una de las causas que pudieron motivar que los terroristas del 11-M no se decantaran por la fabricación propia de los artefactos puede ser la peligrosidad que supone la fabricación casera».

Pero hay una conclusión muy significativa para este proceso. Si exceptuamos el atentado contra el buque norteamericano US Cole (en el que se utilizó explosivo plástico), los grupos ligados a Al Qaeda nunca han recurrido al explosivo industrial. Siempre han empleado IED.

Siguiendo el juego mental que propuso el fiscal Bautista en su intervención el pasado 12 de junio, yo pregunto: «Si los terroristas del 11-M pertenecían a Al Qaeda, ¿para qué necesitaban a Zouhier o a Trashorras?».

casimiro.g.abadillo@el-mundo.es
 

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