viernes, 29 de junio de 2007

Defensas inanes o defensas más bien eficaces




ASI LO CUENTAN
 
Defensas inanes o defensas más bien eficaces
 
VICTOR DE LA SERNA

Llegó la hora de unos abogados defensores menos polémicos en el juicio del 11-M, y los diferentes cronistas se dividen de manera no siempre previsible a la hora de valorar sus intevenciones. Victoria Prego, en EL MUNDO, centraba la nueva fase de esta manera: «Los letrados que intervinieron en la tanda de ayer no eran de ésos a los que los periodistas hemos venido haciendo caso -para apoyarlos o para tratar de destrozar su buen nombre- desde que el juicio comenzó. Eran del otro grupo, del de los abogados discretos y habitualmente silenciosos, que hacen pocas preguntas pero certeras, y que no han provocado en todo este tiempo ni murmullos ni atención».

Prego explicaba algo que muchos llevan semanas olvidando: «Beatriz Bernal, la primera en intervenir, (...) en su excelente informe de conclusiones empezó por dejar sentado que no corresponde a las defensas demostrar la inocencia de los acusados, sino a las acusaciones demostrar su culpabilidad. Uno tras otro, siguieron esa senda (...) sus compañeros, que acabaron apuntalando con firmeza la tesis de que muchas de las responsabilidades que se atribuyen a estos procesados de segundo nivel son puras especulaciones».

Bernal defendía a Otman Gnaoui. Aquí mismo, en EL MUNDO -un medio que ofrece variados puntos de vista sobre este juicio- David Gistau se desmarcaba claramente de la opinión de Prego: para él, esta defensa se inscribe entre las inanes, no entre las eficaces: «Lo que cabe preguntarse es si también fue por mala suerte por lo que Gnaoui recibiera una llamada de El Chino pidiéndole que acudiera a Burgos para escoltar el transporte de explosivos sin olvidarse de llevar el clavo largo, eufemismo utilizado para el fusil Sterling».

En línea con el escepticismo ante estas defensas también se inscribe el análisis de Germán Yanke en 'ABC': «Todos, como ya se ha visto en anteriores informes, tenían malas compañías. Los defensores no pretenden exculpar a esos malos amigos, sino a sus patrocinados, que son presentados como unos benditos equivocados o despistados».

Quien, en cambio, se suma a las alabanzas de este grupo de defensores es Pablo Ordaz, látigo de la conspiración en 'El País', que titula rotundamente: Una señora defensa. La abogada de Bouharrat da una lección a los que olvidaron a sus clientes en favor de la conspiración. Su heroína es en este caso Isabel García Moreno, defensora de uno de los acusados secundarios más cooperativos con el tribunal, que había estado callada hasta ahora: «Ayer, su abogada intentó aprovecharlo todo al romper por fin su silencio. Y lo hizo durante una hora larga para demostrar -a su cliente y a sus compañeros- que es posible ejercer una defensa eficaz sin adentrarse en oscuros túneles conspiratorios ni emprender, como el abogado de Zougam, exóticas excursiones a Alabama».


 

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