viernes, 22 de junio de 2007

El abogado de Rafa Zouhier: 'La sociedad tiene una deuda con él'




El abogado de Rafa Zouhier: 'La sociedad tiene una deuda con él'

  • Dice que Rafa no intervino en la compra-venta de explosivos porque no era necesario

PALOMA D. SOTERO

MADRID.- Antonio Alberca, el abogado defensor de Rafa Zouhier, que está acusado de haber 'apadrinado' la operación de compra-venta de explosivos entre Emilio Suárez Trashorras y Jamal Ahmidan 'El Chino', ha defendido apasionadamente la inocencia de su cliente, por su condición de confidente policial, hasta tal punto de afirmar: "Gracias a gente como Rafa Zouhier podemos dormir tranquilos. No tiene una deuda con la sociedad; la sociedad tiene una deuda con él".

Zouhier, para el que la Fiscalía pide una condena de 38.958 años de prisión como supuesto "cooperador necesario" de la masacre, informó a la Guardia Civil en 2003 del tráfico de explosivos que había en Asturias; y avisó, tras el 11-M, de que Jamal Ahmidan 'El Chino' podía estar detrás de los atentados. "En este procedimiento hay que ser "superinocente" porque no basta con ser inocente", ha aseverado el abogado en franca sintonía con su cliente, que se declaró así ante el tribunal. "No entiendo por qué está aquí sentado. Siempre estuvo al lado de lo que él creía la Ley" y "Ha sido un leal colaborador de las Fuerzas de Seguridad del Estado" han sido las frases más entregadas en favor de su cliente.

El primer argumento a favor de Zouhier ha sido el desconocimiento del tipo de explosivo que estalló en los trenes. Si no puede saberse el origen de esa dinamita, no se puede acusar al procesado de haberla proporcionado, por lo que no se le puede considerar "cooperador necesario" de los 192 muertos y los 1.841 heridos.

Por otro lado, Antonio Alberca ha sido, hasta ahora, el primer abogado defensor que se ha mostrado convencido de que lo que estalló en los trenes fue Titadyn porque la única muestra que no estaba lavada y "viciada", como las demás, contenía nitroglicerina, sustancia propia del Titadyn y de la antigua Goma 2 EC.

El vínculo ¿necesario o no necesario?

Zouhier supo en 2001 que Emilio conseguía y vendía explosivos porque se lo había contado Antonio Toro cuando ambos coincidieron en la cárcel de Villabona. Cuando salió de prisión, avisó de que Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro (hoy procesados) vendían explosivos en Asturias.

La información más relevante fue en marzo de 2003, cuando contó que aquellos ofrecían hasta 150 kilos de dinamita y que se iban a encontrar con un tal Martín, de origen uruguayo. El alférez controlador de Rafa, apodado 'Víctor', notificó esto a la Comandancia de Oviedo, pero los mandos policiales de la Guardia Civil de Asturias que comparecieron ante el tribunal afirmaron que aquella confidencia no constituyó prueba suficiente para investigar.

Zouhier mantuvo contactos con Toro y Trashorras, según él, poder tener suficiente información sobre su actividad delictiva. Llegaron a entregarle un detonador y un cartucho de Goma 2 en verano de 2003. La muestra de dinamita se la entregó a la Guardia Civil, pero dijo que estaba en mal estado y la destruyó ("Aquí todo se destruye: los trenes, la dinamita...", ha criticado el abogado).

Según la Fiscalía, el detonador lo guardó en secreto y acabó explotándole en la mano un día que probó a activarlo, nada menos que con un teléfono móvil. Él dice que le estalló un petardo. Dos testigos declararon haber visto aquel accidente; uno de ellos, una novia "despechada" y "resentida", según la ha calificado el abogado defensor, dijo que tenía un teléfono móvil en las manos. "No hay una fuerza más destructiva contra el hombre que una mujer", ha apostillado.

En octubre y noviembre asistió a dos reuniones que mantuvieron Trashorras y Jamal Ahmidan 'El Chino' a finales de 2003 y en las que, según la Fiscalía, se negoció la venta de explosivos del primero al segundo. Para la fiscal, fue Rafa quien organizó aquella operación y presentó a ambos. El abogado de Zouhier ha dicho que no pudo presentarlos porque ya se conocían y ha recordado que él encargó el hachís que supuestamente le iba a vender 'El Chino' en los primeros días de septiembre. La reunión fue en octubre, así que Zouhier no pudo ejercer de 'anfitrión'. Antonio Alberca sostiene que Trashorras conoció a 'El Chino' a través de otra gente, puesto que tenía amigos magrebíes y así lo acredita su agenda de contactos, una agenda en la que, por cierto, no estaba Rafa Zouhier.

De esta manera, Antonio Alberca ha tratado de demostrar que Zouhier "no interviene en ningún momento". "Rafa sobra en esta relación", ha añadido. ¿Por qué fue a aquellas reuniones, entonces? El letrado ha respondido lo que dijo su cliente ante el tribunal: "para que no partieran la cara" a Emilio porque nunca pagaba.

La denuncia sobre 'El Chino'

Alberca ha añadido que "no se ha logrado situar a Rafa" en las fechas clave de la adquisición de los explosivos, ni en enero ni en febrero ni en marzo. "Lo lógico en un comisionista es que esté encima", ha alegado. En cambio, en esos meses, señala el abogado, se pasa el tiempo o viajando a Marruecos o de fiesta. Además, ha recordado que, según el confidente apodado 'Lavandera', Toro y Trashorras vendían explosivos en el aparcamiento del club 'Horóscopo' de Gijón a la vista de todo el mundo. "¡No necesitaban ningún intermediario!", ha exclamado. Trashorras ni siquiera lo llama por teléfono cuando viene a Madrid en los días previos al atentado. En cambio, sí llama a 'El Chino' y pasa por su casa de Morata de Tajuña, un escenario, por otro lado, en el que nadie ha ubicado a Zouhier.

Dice la Fiscalía que se detectaron conversaciones entre Zouhier y 'El Chino' el 10 y el 11 de marzo, pero en el sumario queda demostrado que el teléfono atribuido a 'El Chino' es, en realidad, de otra persona. "Esto es una prueba falsificada hecha a medida para condenar a mi cliente pocos días antes del auto de procesamiento", ha aseverado Antonio Alberca. También considera la fiscalía, contactaban a través de Rachid Aglif, también procesado.

Después de los atentados, Zouhier avisó de que 'El Chino' estaba detrás de la trama, aunque las fuerzas de seguridad se preocuparon más de detener a su confidente, por saber demasiado, que de interceptar al terrorista, que luego acabó poniendo una bomba en el AVE y suicidándose con otros seis islamistas en Leganés.

El acusado habló de que Jamal Ahmidan tenía detonadores y Goma 2. ¿Cómo lo sabía si no trataba con él ni oyó hablar de explosivos en aquellas reuniones? Según su abogado, se lo contó Lofti Sbai, un imputado no procesado que sí tenía relación con 'El Chino'. "Rafa no sabe nada", dice Sbai en una conversación grabada que escuchó el tribunal a comienzos de este mes.


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