martes, 26 de junio de 2007

En Leganés había 33 billetes de 500 que no proceden de ningún imputado del 11-M





JUICIO POR UNA MASACRE / La investigación / JUICIO POR UNA MASACRE / La investigación
 
En Leganés había 33 billetes de 500 que no proceden de ningún imputado del 11-M
 
El juicio concluirá sin que la Policía haya investigado el origen del dinero que, según el CNI, sirvió para financiar la masacre o pagar a los islamistas muertos / El servicio de inteligencia descarta que los 16.500 vengan del tráfico de drogas
 
ANTONIO RUBIO

MADRID.- Tres años después de que los islamistas del 11-M se inmolaran en el piso franco de Leganés, ni la Policía, ni el juzgado, ni la Fiscalía de la Audiencia Nacional han investigado de qué banco salieron los 16.500 euros localizados entre los escombros de la calle Carmen Martín Gaite.
Sin embargo, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), según ha podido saber EL MUNDO, está convencido de que ese dinero salió de una cuenta corriente o depósito bancario radicado en España. Los servicios secretos españoles también consideran que no procedía de ninguna cuenta de los imputados en el 11-M.

El 12 de abril de 2004, nueve días después de que volara por los aires el piso de Leganés donde se refugiaron los islamistas, la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía remitió un informe al juez donde explicaba que «entre los efectos recogidos se hallan 33 billetes de 500 euros y un fragmento de billete de igual importe nominal».

El departamento de blanqueo del CNI también ha comprobado que esos billetes de 500 euros nunca estuvieron depositados en ninguna de las cuentas corrientes de los imputados en los atentados de Madrid y que ese dinero no procedía del tráfico de hachís u otras drogas al que se dedicaban algunos de los supuestos islamistas y que, según la fiscal Olga Sánchez, sirvió para financiar los trenes de la muerte.

Pero lo más significativo de esos 33 billetes de 500 euros es que ninguna de las partes -jueces, fiscales o abogados defensores y acusadores- ha recabado información sobre ellos. Tampoco nadie ha hecho referencia a esos 16.500 euros durante la vista oral del juicio, y mucho menos en las conclusiones finales.

Tan sólo el abogado José Luis Abascal, defensor de Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, preguntó tímidamente el pasado día 10 de abril al funcionario policial número 17.597 si habían encontrado dinero en el piso de Leganés.

La respuesta del agente de la Policía Científica fue escueta y concisa: «Sí, y se entregó a la UCIE, pero no se hizo ninguna inspección dactilográfica». No hubo más aclaraciones ni más comentarios del funcionario sobre los billetes de 500 euros, ni repreguntas del letrado.

En el sumario del 11-M figura un informe de la UCIE elaborado y enviado al Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional -que en un principio se hizo cargo de los acontecimientos ocurridos en Leganés- y más tarde aportado al Central de Instrucción número 6 donde se informa de la localización de los billetes y se indica: «Se solicita de su autoridad [judicial] que ordene al Banco de España realice los oportunos estudios de dichos billetes numerados, al objeto de averiguar el lugar de su puesta en circulación y posible seguimiento de los mismos, elaborando el correspondiente informe con cuantos datos se puedan obtener, de lo que también se dará oportuna cuenta en esta Unidad para la continuación de las investigaciones en curso».

Pocos días después, exactamente el 22 de abril de 2004, el Banco de España, a través de su Departamento de Emisión y Caja, emitió un informe sobre los 33 billetes de 500 euros. En él se hacían seis subdivisiones o apartados, y en tres de ellos el Banco de España afirmaba que el billete de 500 euros en cuestión se había fabricado en Francia o Alemania, pero que se había puesto en circulación en España.

Del resto de los billetes, el Banco de España aclaraba que habían sido «fabricados anteriormente a 2002 y se pusieron en circulación durante el periodo de lanzamiento del euro, a primeros de 2002». También indicaba el Banco de España que una parte de esos billetes había sido «fabricado en Austria» y que «no se puso en circulación por primera vez en España».

El informe del máximo organismo económico español terminaba su informe en los siguientes términos: «Tan pronto tengamos la información relativa a los Grupos III y V sobre billetes fabricados bajo la responsabilidad del Deutsche Bundesbank y del Banco de Francia, se enviara a ese Juzgado de Instrucción Número 3».

Hay que recordar que el Juzgado Central de Instrucción 3, que dirige la magistrada Teresa Palacios, trasladó todo el asunto del piso de Leganés al Central de Instrucción 6, cuyo titular es Juan del Olmo.

Se da la circunstancia de que en el sumario del 11-M, instruido por Del Olmo, no aparece ningún informe complementario del Banco de España sobre los billetes de 500 euros.

EL MUNDO ha podido saber recientemente que, efectivamente, el Banco de España no emitió ningún otro informe suplementario al primero y que alegó que no se pudieron obtener más datos sobre los 33 billetes de 500 euros del piso de Leganés.

Sin embargo, los agentes del CNI que siguieron el rastro de los billetes de 500 euros sí han llegado a constatar algunos hechos: «Gran parte de ese dinero se puso en circulación en España y salió de una cuenta corriente o depósito español». Y los agentes del servicio de Inteligencia van aún más lejos en su análisis: «Si el dinero se cobró por ventanilla bancaria, tiene que haber constancia de la persona que lo cobró».

Las pesquisas de los agentes del CNI sobre los billetes de 500 euros llegaron hasta las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Hicieron gestiones en esas dos ciudades, donde el trapicheo y el tráfico de hachís es una constante junto al submundo de cambio de moneda.

Allí los miembros del CNI no encontraron rastros de esos 33 billetes de 500 euros, ni de la serie a la que pertenecen.

En la UCIE, a donde llegaron los billetes procedentes del piso de Leganés a través de la Policía Científica, nadie se preocupó por saber cómo y de qué manera apareció ese dinero en el piso de Leganés.

Este periódico ha podido averiguar que, durante las investigaciones del 11-M, uno de los agentes de la UCIE, unidad que depende de la Comisaría General de Información, intentó saber el origen del dinero. El inspector de la UCIE recibió el consejo de no hacer ninguna gestión sobre los billetes de 500 euros y, poco después, tuvo que abandonar la unidad por incompatibilidad con sus superiores. En esa época, el comisario general de Información era Telesforo Rubio.

Agentes de la UCIE con los que ha podido contactar EL MUNDO están convencidos de que «en el piso de Leganés había muchos más billetes de 500 euros de los que fueron destruidos con la explosión que se produjo allí».

Nadie se atreve a calcular la cifra total del dinero que pudo estar depositado en el piso de Leganés, pero lo más sorprendente de esos billetes de 500 euros es que el propio funcionario policial 17.597 confirmó en la vista oral que «no se hizo ninguna inspección dactiloscópica de ellos».

Expertos consultados por EL MUNDO aseguran que «con un estudio dactiloscópico se podría haber encontrado algún resto de huellas». Y van más lejos los técnicos: «Se podrían haber hecho varios estudios para saber algo más de los billetes, pero el más fácil hubiera sido uno sobre la humedad de los propios billetes. De esa forma, hubiéramos sabido dónde pudieron haber estado almacenados: cerca del mar, lejos del mar, etcétera».

Pero la afirmación más contundente y sorprendente de algunos de los expertos policiales consultados por EL MUNDO es la siguiente: «Ese dinero podía estar preparado en el piso de Leganés para pagar a los islamistas el trabajo que hicieron colocando las mochilas bombas en los trenes de la muerte o formaba parte de la financiación del atentado». Y concluyen: «Si los 33 billetes de 500 euros formaban parte de la financiación del atentado no cabe ninguna duda de que el 11-M no se montó con el dinero de la droga. En ese mundo los billetes que se utilizan son más pequeños y nunca de 500 euros».

El juicio del 11-M materialmente ha acabado y nadie, todavía, ha sabido dar una respuesta al fajo de 33 billetes de 500 euros que apareció en el piso de Leganés, que recogió la Policía Científica, que fue entregado a la UCIE y que no investigaron ni el juez Del Olmo ni la fiscal Olga Sánchez.

Por cierto, ninguno de los tres fiscales (Javier Zaragoza, Olga Sánchez y Carlos Bautista) que recientemente han informado y expuesto sus conclusiones finales en la vista oral ha hecho referencia a esos 16.500 euros.


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