lunes, 11 de junio de 2007

Juicios para lelos




Lo ha hecho. Lo ha vuelto a repetir. Olga Sánchez ha vuelto a decir lo de que entre el 11-S y el 11-M hay 911 días.

Esta mujer es inasequible al desaliento. Ha estado repitiendo el mismo guión gastado que lleva repitiendo 3 años. Debe de ser que no le cabe en la RAM más que una sola versión. O a lo mejor es que en lugar de RAM tiene ROM y no hay forma de cambiar la programación inicial.

En cualquier caso, permítame, doña Olga, que se lo repita: Son 912 días los que hay entre el 11-S y el 11-M. Coja un calendario, por favor, y cuente los días.

Aunque no sé si prefiero la verborrea incomprensible y genérica de una Olga Sánchez que desgrana nombres de organizaciones terroristas árabes como quien se ha aprendido la lista de los reyes godos, o el descaro pretendidamente lógico de su jefe Zaragoza, que con todo aplomo se permite el lujo de seguir afirmando que el Skoda Fabia estaba en Alcalá en la mañana del 11-M, que los perros no olieron el explosivo de la Kangoo porque el resto de cartucho estaba en la parte delantera (como si las rejillas metálicas dejaran pasar el aire, pero no los olores) o que el fax de las Brigadas de Abu Hafs Al Masri (ésas que reivindicaron el apagón de Nueva York) es algo que merece considerarse.

Ha arremetido el susodicho Zaragoza contra los medios de comunicación y abogados que se han dedicado a organizar, según él, "juicios paralelos". Juicios que buscarían desprestigiar a la Justicia, a los jueces, a los fiscales, a la Policía... todo ello con oscuras y aviesas intenciones.

No, señor Zaragoza, me temo que quien desprestigia a la Justicia es quien, como usted, no es capaz, después de tres años, de articular un relato de los hechos coherente. Quien desprestigia a los fiscales es quien, como usted, es incapaz de decirnos, después de tres años, qué explosivo se usó en los trenes, cómo estaban hechas las bombas, quién las montó, quién las colocó...

A la vista de su alegato y el de su subordinada, aquí los únicos que han estado organizando juicios "para lelos", han sido ustedes.

Pero los españoles son mucho menos lelos de lo que ustedes se imaginan.

Lea los comentarios de los peones negros al artículo de Luis del Pino.

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