Cuando está a punto de concluir el juicio del 11-M con la presentación de las conclusiones de las partes, los abogados de algunos de los procesados se están planteando pedir la anulación de todo el proceso. Critican que el juicio se ha convertido, en realidad, en una segunda instrucción porque se han solicitado nuevas pruebas, como el análisis de los explosivos. El motivo, las carencias que presentaba el sumario instruido por el juez Del Olmo.
L D (EFE) Según informaron fuentes de las defensas, algunos letrados, entre ellos el que representa al acusado Rachid Aglif, "El Conejo", Andreas Chalaris, creen que el juicio del 11-M, que este mes entra en su recta final, ha sido más una segunda instrucción judicial que una vista oral, ya que durante el juicio se han dado a conocer por primera vez una serie de pruebas que no constaban en el sumario. Ello, entienden, les ha impedido solicitar "contrapruebas" para rebatir las nuevas que se han visto ahora en el plenario y eso creen que es ya un motivo de nulidad de las actuaciones.
Entre esas pruebas, destaca fundamentalmente la que se refiere a los explosivos empleados en los atentados y que el tribunal del 11-M admitió que se realizara cuando dictó el auto de apertura de juicio oral, accediendo a la petición que en sentido hizo el abogado de los acusados Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, José Luis Abascal Escudero, con el objeto de evitar situaciones de "indefensión".
De esta prueba se fueron presentando informes preliminares antes y durante el juicio hasta que la pasada semana los ocho peritos que la han elaborado -dos de la Guardia Civil, dos de la Policía, dos propuestos por las acusaciones y otros dos por la defensa- expusieron sus conclusiones definitivas ante el tribunal. Su conclusión, que no se ha podido determinar la marca comercial de la dinamita que explotó en los trenes.
De este modo, esta prueba será una de las principales causas de nulidad que alegarán algunas de las defensas, cuestiones que ya trataron de plantear al inicio del juicio y que el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, impidió con el argumento de que la tramitación del sumario como procedimiento ordinario no permitía debatirlas al inicio de la vista sino que serían resueltas ya en sentencia.
Así, en sus informes finales, las defensas de los acusados plantearán distintas causas de nulidad y muchas de ellas apuntarán a la propia instrucción del sumario o a las intervenciones de conversaciones telefónicas o ambientales a sus patrocinados.
Entre esas pruebas, destaca fundamentalmente la que se refiere a los explosivos empleados en los atentados y que el tribunal del 11-M admitió que se realizara cuando dictó el auto de apertura de juicio oral, accediendo a la petición que en sentido hizo el abogado de los acusados Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, José Luis Abascal Escudero, con el objeto de evitar situaciones de "indefensión".
De esta prueba se fueron presentando informes preliminares antes y durante el juicio hasta que la pasada semana los ocho peritos que la han elaborado -dos de la Guardia Civil, dos de la Policía, dos propuestos por las acusaciones y otros dos por la defensa- expusieron sus conclusiones definitivas ante el tribunal. Su conclusión, que no se ha podido determinar la marca comercial de la dinamita que explotó en los trenes.
De este modo, esta prueba será una de las principales causas de nulidad que alegarán algunas de las defensas, cuestiones que ya trataron de plantear al inicio del juicio y que el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, impidió con el argumento de que la tramitación del sumario como procedimiento ordinario no permitía debatirlas al inicio de la vista sino que serían resueltas ya en sentencia.
Así, en sus informes finales, las defensas de los acusados plantearán distintas causas de nulidad y muchas de ellas apuntarán a la propia instrucción del sumario o a las intervenciones de conversaciones telefónicas o ambientales a sus patrocinados.
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