lunes, 18 de junio de 2007

Una acusación particular del 11-M: 'No vamos a indultar a la serpiente'




JUICIO POR LOS ATENTADOS | CONCLUSIONES

Una acusación particular del 11-M: 'No vamos a indultar a la serpiente'

  • El abogado Rodríguez Segura rechaza que el atentado fuera por la guerra de Irak
  • Afirma que hay otra trama que colocó pruebas para dirigir la investigación

PALOMA D. SOTERO

MADRID.- El abogado Juan Carlos Rodríguez Segura, de la acusación particular que representa a la víctima Ángeles Pedraza, se ha mostrado prácticamente convencido de que ETA está detrás del atentado pese a que varios peritos de la policía han declarado en el juicio que la organización terrorista estaba descartada por falta de pruebas.

"No vamos a indultar a la serpiente a pesar de las pruebas que hemos visto. Creemos que se debe investigar", ha defendido. Y, por ejemplo, se ha referido a la relación que, según él, "había entre algunos encausados y algunos etarras".

Sin embargo, la Asociación de Víctimas del Terrorismo, a cuyo equipo legal pertenece este letrado, admitió el pasado miércoles que en el proceso ha quedado descartada la participación de ETA en el atentado.

Para esta acusación, en el banquillo "no están todos los que deberían estar" . Según este letrado, que forma parte del equipo de abogados de la AVT, es "prácticamente imposible" que los que están siendo procesados -"delincuentes comunes, confidentes, traficantes de drogas"- tuvieran medios y capacidad para cometer el atentado más importante de España. "Ni siquiera sabían el alcance de los atentados", sostiene.

Juan Carlos Rodríguez Segura ha apuntado incluso a la posible participación de mercenarios. Eso justificaría el posible uso de explosivo militar, al que ha apuntado esta acusación desde que el jefe de Tedax de la Brigada Provincial de Madrid declaró que fue lo primero que pensaron cuando vieron los daños del tren de Atocha. Otros peritos lo han negado.

Como la acusación de la Asociación Ayuda a las Víctimas del 11-M, cuyo abogado, José María de Pablo, intervino el pasado martes, la acusación de Ángeles Pedraza considera que en este atentado hay una "cuarta trama" que no se ha descubierto y que hay que investigar.

Los miembros "no identificados" de esa supuesta "organización" son los que "ordenaron" el atentado y los que "colocaron una serie de pruebas para dirigir la investigación" y "desviar el verdadero objeto del procedimiento". Algunas de estas pruebas "colocadas" serían la Renault Kangoo atribuida a los terroristas, en la que se hallaron detonadores y restos de ADN, y el Skoda Fabia, encontrado tres meses después del atentado y asociado a sus autores. En este vehículo, ha destacado, no había restos de ADN más que en objetos que había dentro, pero no en el coche como tal.

En su intervención, Rodríguez Segura ha reclamado "respeto" para todas las víctimas, "piensen lo que piensen y sean de la asociación que sean". El recordatorio no está de más debido a las duras críticas recibidas por algunas víctimas por parte de otras y por parte de la fiscalía por no estar de acuerdo con la versión de los atentados que argumentan las pruebas puestas de manifiesto en la instrucción judicial. "Algunas han sido discriminadas", ha denunciado Rodríguez Segura.

La guerra de Irak

Esta acusación particular, la sexta que expone su alegato sobre el proceso, duda de que Al Qaeda esté detrás del atentado: ni Bin Laden ni los líderes de la organización están siendo juzgados aquí, ha venido a decir. "Nos vendieron que el atentado del 11-M se debió a la guerra de Irak. Se nos ha intentado vender una guerra contra España", ha aseverado Rodríguez Segura, quien ha defendido que "España no estuvo en ninguna guerra", sino que fue a Irak "bajo mandato de la ONU en misión humanitaria".

El ataque a los trenes, sostiene esta acusación, tuvo "sólo un fin espúreo": derribar el Gobierno de España por ser "un firme baluarte de la lucha antiterrorista".

Por el contrario, la acusación constituida por la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, presidida por Pilar Manjón, manifestó su convicción, como la fiscalía, de que el atentado fue consecuencia de la participación española en la guerra y esgrimió que las víctimas estaban contra ese conflicto.

Zougam y 'El Egipcio', sin cargos

La de Ángeles Pedraza y otros es la única acusación que ha retirado su acusación contra el presunto autor material Jamal Zougam y el presunto autor intelectual Rabei Osman el Sayed 'Mohamed el Egipcio'. Según ha dicho su abogado, "no hay prueba de cargo suficiente" y hay que respetar la presunción de inocencia.

Rabei Osman, con camisa de rayas, y Jamal Zougam, detrás de él. (Foto: LaOtra)

Sobre este procesado, el letrado ha dado total validez a la transcripción de las conversaciones de 'El Egipcio' realizada por los intérpretes del juicio frente a la transcripción hecha por la Policía italiana.

En ella, los intérpretes del juicio aseguran que no hice "el proyecto de Madrid fue mío". "Nadie ha dudado de las traducciones del juicio en cuatro meses", ha señalado, razón por la cual, para él, "no pueden ponerse en tela de juicio" la transcripción de las grabaciones al acusado. En favor de 'El Egipcio', ha señalado que vivía en la indigencia, dando por hecho que un líder ideológico 'yihadista' "no vive en la abundancia, pero tampoco en la indigencia".

Sorprendentemente, también ha destaco que los procesados no serán tan radicales cuando todos han asistido a las sesiones de ocho horas sin excusarse para rezar.

Respecto a Jamal Zougam, esta acusación no cree que estuviera en los trenes, como dijeron cuatro testigos. Como cada uno lo vio en un tren distinto, los testimonios quedan invalidados para este abogado, que ha argumentado: "No podemos coger lo que más nos interesa". Por ejemplo, la fiscalía da credibilidad a tres de ellos, pero no a un cuarto porque ha rectificado en la vista oral. Hacer caso de los otros tres implica que Zougam colocó bombas en dos trenes, en el de El Pozo y en el de Santa Eugenia. La fiscalía considera que se bajó de un tren, se cambió de ropa y se subió en el siguiente.

Pruebas cuestionadas

Rodríguez Segura ha dedicado parte de su intervención a extender sobre la mesa todas las dudas que alberga sobre las pruebas más cuestionadas de toda la instrucción: la mochila de Vallecas, el tipo de explosivo, la Kangoo, el Skoda Fabia, la explosión de Leganés...

Sobre la bolsa bomba de Vallecas ha destacado la imposibilidad comprobada de una cadena de custodia con garantías de los objetos personales de los viajeros.

Sobre el explosivo, ha criticado la actuación de la perito de los Tedax al no enviar las muestras tomadas en los trenes a la Policía Científica, que tenía los medios adecuados para analizarlas. También ha criticado la insuficiencia de muestras y que la perito tirara el líquido con el que se disolvieron las mismas. Por último, ha destacado la observación del jefe de los Tedax de la Brigada Provincial de Madrid de que los efectos de las bombas le hicieron pensar en un explosivo militar de alta potencia.

Para esta acusación, ha quedado acreditado que el explosivo que los terroristas tenían almacenado en Leganés era Goma 2 ECO procedente de Mina Conchita, pero subraya que no hay ninguna prueba que demuestre que ése fuera el explosivo colocado en los trenes. Por eso, a los procesados de la trama asturiana no los relaciona directamente con la masacre.

Respecto al piso de Leganés, Rodríguez Segura ha intentado hacer ver que hay varios puntos oscuros en lo que se refiere al control que la policía tenía del piso de los terroristas y ha manifestado su escepticismo sobre que lo descubrieran la misma tarde en la que se suicidaron.

También ha puesto en duda que se suicidaran, porque no se vio sangre en las paredes, y que hubiera un tiroteo previo, porque se habrían encontrado casquillos de bala. Asimismo, ha puesto de relieve que el vecino de los terroristas fuera un policía especializado en labores de información sobre etarras.

Después de su intervención, le llegó el turno a los abogados de las acusaciones número 6 y número 7, constituidas por las víctimas Isabel Pinto Libramiento y Mario Pelicari, respectivamente. El primero se ha mostrado apegado a las tesis de su antecesor.

El segundo ha secundado toda la tesis sostenida por la fiscal, aunque ha ido más allá en lo que concierne a la acusada Carmen Toro, de la que considera que ha tenido un papel mucho más relevante de lo que dice la fiscal en la trama de robo y venta de explosivos.

El programa previsto para este lunes alcanza hasta el turno de la acusación número 11.


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