miércoles, 27 de junio de 2007

Benesmail sí tenía la fórmula de la cloratita, según el fiscal





JUICIO POR UNA MASACRE / La acción judicial
 
Benesmail sí tenía la fórmula de la cloratita, según el fiscal
 
Así consta en la acusación contra 30 islamistas de la 'operación Nova' El comisario Cabanillas dijo en el juicio del 11-M que no disponía de ella
 
MANUEL MARRACO

MADRID.- Ahora resulta que sí era cloratita. Según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía contra 30 detenidos de la operación Nova, lo que se le incautó al islamista Abdelkrim Benesmail en una registro en prisión sí era la fórmula del explosivo habitual de ETA. Junto a ella también se le intervinieron los datos para contactar con el etarra Henri Parot.

En el juicio del 11-M, el comisario jefe José Cabanillas -que según el ex director de la Policía Agustín Díaz de Mera «manipuló» un informe que recogía vínculos entre islamistas y etarras- negó que Benesmail tuviera esa fórmula en su poder. Lo hizo a preguntas de la Asociación de Ayuda a Víctimas del 11-M. «¿La entrega de la fórmula de la cloratita por Henri Parot supuestamente a Abdelkrim Benesmail es una simple relación de compañerismo según ustedes?». «No consta que fuera entregada a quien usted dice», respondió Cabanillas. El comisario añadió que, en realidad, se trataba de «un producto cloratado que no está en las mismas proporciones según los manuales de ETA».

Entre los indicios recogidos por el fiscal Pedro Rubira contra Benesmail consta que se le incautó «una serie de hojas manuscritas, entre las que se encontraba la fórmula para fabricar explosivos, que textualmente expresa: EXP.V. Cloratita...».

El escrito de Rubira suma peticiones por un total de 464 años para 30 presuntos islamistas detenidos en las sucesivas operaciones Nova. Entre otros delitos, les atribuye preparar un atentado para volar la Audiencia Nacional con un camión cargado de explosivos.

El Ministerio Público solicita penas de entre dos años y medio y 46 años de cárcel por delitos de conspiración para cometer un atentado, pertenencia a organización terrorista, falsificación de documentos oficiales y de tarjetas de crédito.

El líder de la red era, según el fiscal, Abderrahman Tahiri, también conocido como Mohamed Achraf, que fue entregado a España tras su detención en Suiza. «Tahiri se constituyó como emir de personas adoctrinadas dentro del salafismo yihadista predicado por el emir de la red Al Qaeda». Su propósito era «realizar ataques terroristas en territorio español» y su objetivo prioritario, la Audiencia Nacional o, en su defecto, el Tribunal Supremo. La lista también incluía la estación ferroviaria de Príncipe Pío y la sede central del Partido Popular.

«El procesado, desde aproximadamente el año 2000, ideó la formación de cuatro grupos perfectamente estructurados y encuadrados en la red terrorista denominada Mártires por Marruecos, de los que sería en un principio su coordinador», afirma Rubira.

Todos los grupos estaban encabezados por un hombre de su confianza. El primero estaba radicado en la prisión salmantina de Topas. «Este grupo es el originario de otros grupos, iniciándose cuando Tahiri se encontraba en dicho centro cumpliendo condena. Desde éste se extendió a el pensamiento del salafismo yihadista a otros centros penitenciarios, lo que dio lugar a nuevos reclutamientos». El segundo grupo se encontraba en la prisión de A Lama, el tercero en la provincia de Almería, y el cuarto, en Levante, especialmente en Valencia.
 

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